En Ovlac hemos demostrado, una vez más, nuestra gran capacidad para satisfacer las exigencias de los clientes, por voluminosas que sean. Nada menos que treinta máquinas Reptill han sido entregadas a Armin Grassa, de Domaine du Tariquet, por nuestros representantes acompañados por el tándem formado por Tadys, nuestro importador en el país galo, y por N3 Service Agri, el distribuidor local. ¡Se trata del viñedo más grande de Francia!
Nacimiento de Reptill en el Domaine du Tariquet
Eauze, en el departamento de Gers, es la cuna del Domaine du Tariquet. Los propietarios y viticultores Armin Grassa, su hermano Rémy y su tía Maïté, producen 9 millones de botellas en unas 1.125 ha de plantación. La mayoría de las cepas son blancas bajo la IGP (Indicación Geográfica Protegida) de “pays Côtes-de-Gascogne”. Los vinos, exportados al mundo entero, compiten en un nicho bien definido: el de la relación calidad-precio. Es, por tanto, bajo una doble óptica de un buen manejo del terreno y una gestión ajustada de los costes, que un nuevo apero acaba de nacer en este entorno. Está hecho a él.
El trabajo de suelo es aquí la base
“Para tener una raíz de calidad constante, la viña debe evitar el estrés hídrico de verano”, comenta Armin Grassa y añade: “El laboreo, ya que permite a las raíces de las cepas buscar su alimento a mayor profundidad, es aquí la base”.
Tras el desbrozado de los sarmientos, una pasada en abril-mayo con descompactador a 25-30 cm de profundidad se continuaba con sucesivas intervenciones de mantenimiento con grada rotativa a baja velocidad. Como buen gestor, Armin Grassa buscaba un apero único y polivalente. Este reto ha sido asumido por el especialista en laboreo Ovlac. A un primer prototipo, que trabajó y convenció a finales del invierno, le siguieron 30 modelos idénticos que llegaron a Eauze a finales de la primavera. Todo un logro.
De 5 a 35 cm de profundidad con el mismo apero
El Reptill se compone de una fila de discos dentados de 510 mm de diámetro, de una fila de brazos curvos de descompactador de 600 mm de despeje, de una segunda fila de discos, y termina con un rodillo que finaliza la labor y sirve como control de profundidad. Su originalidad reside en el paralelogramo hidráulico que une los brazos del descompactador al chasis. Jorge Calvo, principal dirigente de Ovlac, asegura: “Desde la cabina del tractor podemos variar en continuo la profundidad de trabajo de los brazos, hasta el punto de elevarlos al máximo y anularlos en las ocasiones en las que su labor no sea precisa”. Es el caso de las pasadas de mantenimiento en las calles. Aquí, el Reptill trabaja de forma superficial como simple grada rápida.
Interés doble
Armin Grassa se congratula de poder contar con un parque de 30 máquinas Reptill en un tiempo récord, ¡menos de 5 meses después de trazar el primer diseño! Ve en estos aperos un doble interés: “La velocidad de avance de un apero de discos permite cubrir cerca de 1.000 ha en el momento adecuado, en sólo una semana; además, simplificando nuestro parque de maquinaria, ganamos tiempo y economizamos en mantenimiento.”
El Reptill se ofrece en 4 versiones: 1,40 m (2 brazos); 1,65 m, 1,90 m y 2,15 m (4 brazos).